Amalia Barros es bisnieta del fundador de la emblem&aacute;tica Casa Barros, joyer&iacute;a con 115 a&ntilde;os de historia que contin&uacute;a como una empresa familiar. Ella es la directora creativa, y cuenta que aunque algunos modelos ya no lo hacen y que se suman nuevos a&ntilde;o a a&ntilde;o, el esp&iacute;ritu original de la marca no ha cambiado: no transan la calidad de los diamantes ni de los metales.

En 1880 el relojero y joyero espa&ntilde;ol Francisco Barros Gonz&aacute;lez sali&oacute; de Galicia para probar suerte en Am&eacute;rica. En Argentina conoci&oacute; a su futura esposa, Juana Luther. Luego, junto a ella, se radic&oacute; en nuestro pa&iacute;s y fund&oacute;, en 1910, la joyer&iacute;a &ldquo;F. Barros&rdquo;, nombre que con el paso del tiempo devino en <a href="https://www.instagram.com/casabarroschile?utm_source=ig_web_button_share_sheet&amp;igsh=ZDNlZDc0MzIxNw==">Casa Barros</a>.
Hoy la empresa sigue siendo un negocio familiar en el que trabajan Gonzalo, el nieto del fundador, sus hijas Laura y Amalia, y su hijo Gonzalo. Amalia Barros (35 a&ntilde;os) es la directora creativa de la marca. Seg&uacute;n cuenta, su pasi&oacute;n por la orfebrer&iacute;a no naci&oacute; en su infancia.
En 2010 trabaj&oacute; con su padre en la tienda, como vendedora. Y justo ese a&ntilde;o la marca cumpl&iacute;a una fecha especial. &ldquo;Un d&iacute;a mi pap&aacute; me dijo &lsquo;&iquest;por qu&eacute; no me ayudas a dise&ntilde;ar un anillo para celebrar los 100 a&ntilde;os?&rsquo;. &Eacute;l ten&iacute;a ganas de que todo lo que gan&aacute;ramos con las ventas con ese anillo fuese en ayuda de alguna organizaci&oacute;n social. Y as&iacute; llegamos a Fundaci&oacute;n Luz, para ni&ntilde;os ciegos. Entonces hicimos un anillo con letras en braille, y todas las ventas se fueron a esa fundaci&oacute;n&rdquo;, recuerda Amalia.
Su padre la vio tan entusiasmada con este desaf&iacute;o que le propuso estudiar joyer&iacute;a. As&iacute; que, despu&eacute;s de aprender con algunos orfebres chilenos, Amalia hizo sus maletas y se fue por dos a&ntilde;os a estudiar el oficio a Alemania.
Hoy dise&ntilde;a todas las colecciones y lidera a una grupo de 10 expertos artesanos.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;OFFICIEL: Si miras en retrospectiva la historia de Casa Barros, &iquest;crees que la marca ha cambiado durante el tiempo?</h4>
AMALIA BARROS: No, para nada, sigue siendo la misma. Trabajo con joyeros que lo hacen con mi pap&aacute; desde hace 30 y 40 a&ntilde;os. En general el oficio de la joyer&iacute;a en Chile se traspasa de generaci&oacute;n en generaci&oacute;n. Un joyero que le ense&ntilde;a a otro joyero es algo superraro, a menos que sea su hijo, su sobrino o su nieto. El trabajo de joyer&iacute;a es de banco, de hacer, de probar, de fundir, de limar, de cortar. Los buenos joyeros, los que trabajan oro y platino, son muy poquitos en Chile.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: &iquest;Y el tipo de joyas tambi&eacute;n se mantiene en el mismo esp&iacute;ritu o eso va evolucionando?</h4>
AB: Eso s&iacute; ha evolucionado. Obviamente hay modelos que no, que est&aacute;n desde hace 40 a&ntilde;os, el famoso solitario, el cintillo y el tricillo, que son modelos supercl&aacute;sicos. Pero no cl&aacute;sicos antiguos, sino que son modelos que siempre van a estar de moda porque son atemporales. Pero claro, obviamente hay cosas que ya no se usan, modelos que ya no hacemos. Y hay piedras tambi&eacute;n de colores que hoy d&iacute;a se usan m&aacute;s que antes. Hay tendencias, como en todas las cosas. De repente pasamos por &eacute;pocas en las que se usaba mucho el oro rosado, despu&eacute;s el oro amarillo, despu&eacute;s volvimos al oro rosado y ahora estamos de nuevo en el oro amarillo...

<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: Pero Casa Barros en general es atemporal, &iquest;verdad?</h4>
AB: Tratamos de que sea atemporal, s&iacute;. Sentimos que eso es importante, que la joya no sea un dise&ntilde;o tan raro, tan loco. Que se vea bien con el paso del tiempo, que sea algo que quiz&aacute;s puedas regalarles a tus hijos, a tus nietos, y que lo usen y se vea moderno, incluso a pesar de que tenga 20 a&ntilde;os. Y obviamente eso tiene que ver tambi&eacute;n con la fabricaci&oacute;n. Un buen anillo tiene que durar. Y todos los anillos, como todas las cosas, necesitan mantenci&oacute;n, pero obviamente que si hay que hacerle alguna reparaci&oacute;n, la idea es que no haya que cambiar la estructura completa.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: Si tuvieras que definir el alma de la casa, cu&aacute;l ser&iacute;a, aparte de la atemporalidad</h4>
AB: La buena joyer&iacute;a. Algo que mi pap&aacute; me dijo el primer d&iacute;a fue &lsquo;yo no transo la calidad de los diamantes y no voy a transar nunca en la calidad del metal que trabajamos&rsquo;. O sea, el oro siempre va a ser de 18 kilates, los diamantes siempre van a ser de tal color, de tal claridad, las piedras de colores tambi&eacute;n. &Eacute;l siempre ha sido superconstante y superduro con eso.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: &iquest;Y cu&aacute;nto te demoras m&aacute;s o menos en hacer una colecci&oacute;n? &iquest;O est&aacute;s constantemente creando?</h4>
AB: Estamos constantemente creando, pero tratamos de hacer una colecci&oacute;n para Navidad que sea distinta. Esa quiz&aacute;s puede demorar unos tres o cuatro meses, porque en general es dif&iacute;cil buscar las piedras y encontrar la medida que uno quiere, o los colores. No es como algo que yo pueda mandar a hacer y diga &lsquo;quiero tres piedras celestes de este Pantone o este color&rsquo;. No funciona as&iacute;. Yo tengo que buscar piedras naturales que se parezcan en color y que tengan el mismo corte. Con las piedras de colores me pasa mucho eso, que es m&aacute;s lento el proceso de la colecci&oacute;n, porque hay que encontrar la piedra natural que sea igual a la otra, y que mida lo mismo, y que sean parecidas, que se vean bien. Con los diamantes obviamente es m&aacute;s f&aacute;cil, porque son todos iguales, y uno compra por cortes, por tama&ntilde;o, por calidad; pero con las piedras de colores tomamos tiempo. Sobre las colecciones para Navidad cuenta que algunas son m&aacute;s jugadas que otras. Nos centramos harto en hacer una colecci&oacute;n que sea bien femenina y veraniega, con zafiros de colores. No s&eacute; si la gente sabe que el zafiro no es solamente azul. El zafiro existe en una gama de colores tan amplia como el arco&iacute;ris. Entonces quisimos agarrar estos zafiros morados, rosados, verdes y amarillos&rdquo;, cuenta.
Tambi&eacute;n prepararon una colecci&oacute;n con diamantes corte baguette. &ldquo;El baguette tiene, como su nombre lo dice, forma de baguette: alargado, rect&aacute;ngulo. Muy lindo. Y lo hicimos porque vimos que hab&iacute;a una tendencia de este corte y nos lo ped&iacute;an cada vez m&aacute;s&rdquo;.
Hay una tercera colecci&oacute;n, dice, con harto c&iacute;rculo y es de oro amarillo con diamantes. &ldquo;Y tambi&eacute;n hicimos una cuarta colecci&oacute;n, tambi&eacute;n de c&iacute;rculos, pero con zafiros azules. A diferencia de la otra colecci&oacute;n de zafiros de colores, que no tiene ni un zafiro azul, esta solo est&aacute; centrada en ese color&rdquo;.
Amalia viaja al menos dos veces al a&ntilde;o en busca de piedras e insumos: va a ferias de joyer&iacute;a a Hong Kong y ciudades de Italia o Estados Unidos. &ldquo;Y ah&iacute; est&aacute;n el que vende perlas, el que vende zafiros, el que vende diamantes, el que vende esmeraldas, el que vende rub&iacute;es, el que vende joyas terminadas, el que vende cadenas, el que vende aritos de guagua, el que vende m&aacute;quinas de joyer&iacute;a, el que vende las herramientas, el que vende no s&eacute; qu&eacute;. Todo el mundo de la joyer&iacute;a&rdquo;, dice la directora creativa.

<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O:&iquest;Y esas ferias tambi&eacute;n son fuente de inspiraci&oacute;n?</h4>
AB: S&iacute;, 100%, porque uno ve dise&ntilde;o, por lo que te contaba, que no solamente se ven proveedores de piedras, sino que tambi&eacute;n se ve gente que hace joyas. Y es muy interesantes porque, por ejemplo, los italianos siempre tienen cosas raras y m&aacute;s entretenidas. Y los alemanes son supersecos para hacer joyas. La hechura y la manufactura de ellos son perfectas. Entonces puedes mirar sus cierres y ver c&oacute;mo se les ocurri&oacute; hacer el nuevo tic del aro, por ejemplo. Si bien Amalia comenta que hoy tienen bastante competencia &ndash;desde joyeros independientes hasta Tiffany&rsquo;s&ndash;, el secreto de Casa Barros es una posventa enorme. &rdquo;Llega mucho cliente a buscarnos porque quieren arreglar su anillo o sus aros, porque quieren pulir. Entonces, creo que eso tambi&eacute;n hace que conf&iacute;en y nos sigan comprando a nosotros. La posventa para un p&uacute;blico como el chileno es superimportante, porque se heredan los anillos. El hijo quiere hacer un anillo a la polola, pero quiere usar las piedras de la mam&aacute;. Eso yo lo hago, pero solo si son joyas de Casa Barros. Trato de no tomar joyas que no son nuestras, porque no s&eacute; de d&oacute;nde son las piedras, no s&eacute; de qu&eacute; material est&aacute; hecho el anillo. Trato de ser bien cuidadosa en que no entren al taller cosas que no sean nuestras, porque no s&eacute; si son de la misma calidad de las que nosotros hacemos.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: &iquest;Y cu&aacute;l es tu joya personal favorita?</h4>
AB: El anillo que me regal&oacute; mi marido cuando naci&oacute; mi guagua.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: Pero ese no lo dise&ntilde;aste t&uacute;, obviamente.</h4>
AB: Un poco s&iacute;, ja, ja, ja. Le mostr&eacute; varias opciones y &eacute;l eligi&oacute; una. No fui tan &lsquo;regl&uacute;a&rsquo;. Le tengo un cari&ntilde;o especial a ese anillo.
<h4 style="text-align: justify;">L&rsquo;O: Y, por lo que veo, t&uacute; no eres de andar con muchas joyas.</h4>
AB: Me retan todo el d&iacute;a por eso, me dicen que por qu&eacute; no ando con m&aacute;s joyas. La gente no lo entiende, pero yo trabajo mucho en la joyer&iacute;a prob&aacute;ndome las cosas y viendo c&oacute;mo qued&oacute; un arito, por ejemplo. Estoy todo el rato metiendo las manos en el taller. Me saco mucho las cosas porque voy prob&aacute;ndome todo. Pero cuando salgo trato de ponerme las cosas, porque, claro, soy la dise&ntilde;adora de Casa Barros.

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