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        <p><span>Invitamos a la actriz y </span><span>dramaturga </span><span>nacional Elisa Zulueta a entrevistar a Delfina Guzm&aacute;n, para hablar acerca de su relaci&oacute;n de admiraci&oacute;n y amor cruzada por el trabajo intenso en "Aliento", la &uacute;ltima obra de la actriz nonagenaria, desarrollada como un mon&oacute;logo online.&nbsp;</span></p>
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        <p><span>Juntas y durante plena pandemia trabajaron en montar a trav&eacute;s de Zoom la versi&oacute;n audiovisual del mon&oacute;logo </span><span>Aliento</span><span>, escrito por Elisa y dirigido por &Aacute;lvaro Viguera.</span></p>
        <p><span>La pieza narra la historia de Lupe, una mujer de 92 a&ntilde;os que habla con tristeza y humor de vejez, soledad y muerte. &ldquo;Si Dios es el gerente de toda esta mierda, deber&iacute;a entender que uno quisiera retirarse antes&rdquo;, manifiesta el personaje de Delfina, quien intenta convencer a su hija a trav&eacute;s de una carta que la ayude a terminar con su propia vida.</span></p>
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                <p><span>Algo muy diferente es lo que sucede con la historia de Delfina Guzm&aacute;n, una de las actrices m&aacute;s connotadas de&nbsp;</span><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">Chile durante el &uacute;ltimo siglo, literalmente. La int&eacute;rprete de 94 a&ntilde;os es, adem&aacute;s, directora de teatro, escritora y activista pol&iacute;tica. Agradece su lucidez mental, y solo culpa a la vejez de generarle m&uacute;ltiples dolores en el cuerpo. Sobre la muerte, asegura que deja toda esa experiencia en el teatro, en la imaginaci&oacute;n. &ldquo;Descans&eacute; en tus palabras y me dej&eacute; llevar por ese espacio de ilusi&oacute;n. Eso s&iacute;, me cans&oacute; mucho morirme tanto, pero qued&oacute; ah&iacute; en el teatro, no se vino conmigo&rdquo;, le confiesa a Zulueta sobre su &uacute;ltima incursi&oacute;n virtual, con quien mantiene una relaci&oacute;n de cari&ntilde;o mucho m&aacute;s all&aacute; de las tablas y las pantallas.</span></p>
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  <p><strong>ELISA ZULUETA: </strong><span>Vamos a hablar de ti. </span><span>&iquest;Te gusta hacerlo?<br /></span><span><strong>DELFINA GUZMAN:</strong> </span><span>Seg&uacute;n con qui&eacute;n porque de repente hay gente que se acerca s&oacute;lo a hacerme preguntas raras que no me representan y las echan a correr sin importarles nada.</span></p>
  <p><strong>EZ:</strong> <span>&iquest;Te gusta recordar?<br /></span><strong>DG: </strong><span>Es un ejercicio que me fascina, soy actriz y recordar es algo fundamental para lo que hacemos. Todas las noches, antes de quedarme dormida, hago un repaso de toda mi familia completa: cuatro hijos, 12 nueras a las que veo a todas, 13 nietos, nueve bisnietos y una tataranieta que es un sue&ntilde;o. Recuerdo sobretodo sus nombres, que, aunque suene raro, porque uno los repite como loro toda la vida, es lo primero que se va.</span></p>
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<div class="column" style="text-align: justify;">
  <p><strong>EZ: </strong><span><strong>&iquest;Sientes que empezaste a olvidar?</strong><br /></span><strong>DG: </strong><span>Es decir, no empec&eacute;, estoy en medio de eso hace mucho tiempo.</span></p>
  <p><strong>EZ: </strong><span><strong>&iquest;Y qu&eacute; sientes cuando recuerdas?</strong><br /></span><strong>DG: </strong><span>Me da un poco de rabia con Diosito, que es bien &lsquo;huevoncito&rsquo;, porque nos hace tan arm&oacute;nicos dentro de todo y se cae en algo tan atroz como que se acabe la memoria, porque justamente vivir es recordar todo lo que has vivido, lo que has sentido. La memoria es algo que nos define. Dejar de experimentarla es perder el sentido fundamental de ser humanos. Qu&eacute; extra&ntilde;o es el cerebro, &iquest;no?</span></p>
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        <div class="column">
          <p><strong>EZ: &iquest;C&oacute;mo opera tu cerebro? </strong><span><strong>Dicen tanto que eres deslenguada, que no sabes lo que dices...</strong><br /></span><strong>DG: </strong><span>T&uacute; sabes, pollita, que siempre s&eacute; lo que digo, que me entusiasme es otra cosa y estiro el pensamiento para ver qu&eacute; pasa. A m&iacute; me gusta mucho pensar. Yo de chica era el ser m&aacute;s mentiroso que te puedas imaginar y nunca pude entenderme con mi mam&aacute; con ese asunto de que mentir es pecado. &iexcl;Si mentir es crear. Si me preguntaban cu&aacute;ntos hermanos ten&iacute;a, yo dec&iacute;a 14, porque era mucho m&aacute;s lindo que tener cuatro.</span></p>
          <p><strong>EZ: </strong><span><strong>&iquest;Y cuando creciste?</strong><br /></span><span><strong>DG:</strong> </span><span>Segu&iacute; igual, siento que es parte de mi talento imaginarme cosas me gusta tanto. Ment&iacute; sobre mi edad mucho, pero ahora estoy en la edad de los recuerdos, de contemplar, ya no miento.</span></p>
          <p><strong>EZ: </strong><span><strong>&iquest;Qu&eacute; recuerdas hoy?</strong><br /></span><strong>DG: </strong><span>Esta casa entera est&aacute; llena de cosas con las que recuerdo. Miro ese florero y pienso de d&oacute;nde viene, y me voy a ese momento cuando alguien me lo regal&oacute;, y me lleno de im&aacute;genes. Las cosas me estimulan la imaginaci&oacute;n y as&iacute; reconstruyo mis recuerdos. T&uacute; sabes que a m&iacute; me preguntan mucho por el sexo -y es algo que dicen que me fascinaba-, pero que no tengo la menor noci&oacute;n. &iquest;T&uacute; te acuerdas de eso de m&iacute;?</span></p>
          <p><strong>EZ: No, te conoc&iacute; m&aacute;s crecida, pero yo creer&iacute;a lo que dicen...<br />DG: </strong><span>Todos dicen que yo era muy ardiente con uno de mis maridos, qu&eacute; pena no acordarme. &Eacute;l sigue siendo precioso, as&iacute; es que supongo que era verdad.</span></p>
          <p><strong>EZ: Fuiste tan valiente en &eacute;pocas muy duras.<br />DG: </strong><span>Yo fui audaz, s&eacute; que lo fui, pero no pensaba en ese momento, solo hac&iacute;a. Yo pertenezco a la clase alta de este pa&iacute;s, llena de prejuicios religiosos hasta la locura, y yo en contra de eso me manifest&eacute;. Nunca pude confesarme, los curas me empujaban a que dijera algo, que no le hac&iacute;a caso a mi mam&aacute;, y yo les dec&iacute;a c&oacute;mo le voy a hacer caso a una se&ntilde;ora que habla puras cabezas de pescado. Esa idea del pecado me alej&oacute; de la religi&oacute;n tremendamente. Una l&aacute;stima, porque me gustan los ritos, pero yo quer&iacute;a hacer cosas porque a m&iacute; se me antojaba, no porque era pecado. Yo pele&eacute; por mis derechos, por lo que yo deseaba, y si me lo imped&iacute;an me lanzaba sin dudar.</span></p>
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      <div class="column">
        <p><strong>EZ: </strong><span><strong>&iquest;Cu&aacute;les fueron tus luchas?</strong><br /></span><strong>DG: </strong><span>Mi despertar pol&iacute;tico no tuvo que ver con mi despertar personal, este comenz&oacute; antes. Parti&oacute; por una actitud m&iacute;a, de que los l&iacute;mites siempre me han sacado de quicio, el l&iacute;mite es un est&iacute;mulo a romperlo.</span></p>
        <p><strong>EZ: &iquest;Y qu&eacute; te llev&oacute; al teatro?<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Pensar que siempre hay otra alternativa, que si te dicen &ldquo;no pase por esa puerta&rdquo;, yo inmediatamente lo voy a poner en duda. &iquest;Por qu&eacute; esta no? La duda fue lo primero que me hizo pensar, la desconfianza me despert&oacute; la creatividad del &ldquo;no,&nbsp;</span><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">eso no es as&iacute;&rdquo;. Para qu&eacute; te cuento con el rol de la mujer, tanto l&iacute;mite y tantos deberes que nos pon&iacute;an. No entend&iacute;a por qu&eacute; yo hac&iacute;a mi cama y mi hermano no. Yo ten&iacute;a menos libertad que ellos y entonces, &iquest;qu&eacute; hac&iacute;a yo? Dudaba.</span></p>
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              <div class="column">
                <p><strong>EZ: T&uacute; siempre dudas, es t&iacute;pico tuyo...<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Porque descubr&iacute; mucha mentira -no como las m&iacute;as-, sino que la gente para mantener el status y evitar que las cosas cambien a los ni&ntilde;os les mienten mucho, pero sobre todo a las mujeres, para fijar l&iacute;mites, palabra frente a la que me rebel&eacute;. Me dijeron toda la vida qui&eacute;nes eran buenos y qui&eacute;nes eran malos, y cuando crec&iacute; me di cuenta de que todos esos malos iban a ser mis grandes amigos, bendita duda.</span></p>
                <p><strong>EZ: T&uacute; como que tuviste dos vidas...<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Vidas que se mezclaban. A m&iacute; en el colegio me hizo clases de danza el Ballet Jooss. Mi primer marido, que era cult&iacute;simo, de familia muy rica, me llev&oacute; al teatro y me mostr&oacute; algo que no sab&iacute;a de m&iacute;, que eso que yo hac&iacute;a con mi c&iacute;rculo cercano de entretener tambi&eacute;n pod&iacute;a servir para emocionar y hacer pensar y que eso era la experiencia teatral. La cultura se fue metiendo entre la duda y el asombro, hasta que llegu&eacute; a la Universidad de Chile y conoc&iacute; a Alejandro Jodorowski y ah&iacute; empez&oacute; una amistad que me abri&oacute; la cabeza intensamente, y ca&iacute; rendida al teatro.</span></p>
                <p><strong>EZ: &iquest;Qu&eacute; te dio el teatro?<br />RG</strong><span><strong>:</strong> Una seriedad y un compromiso a muerte. Me dio l&iacute;mites que esta vez s&iacute; respet&eacute;, acordados en un grupo, l&iacute;mites frente a los cuales no me rebel&eacute;. Yo ten&iacute;a un grupo colectivo -el Ictus- que fue mi familia. Descubr&iacute; la creaci&oacute;n colectiva, no importaba solamente tu personaje, sino que hab&iacute;a conciencia de un total. Imag&iacute;nate la belleza de ponerse de acuerdo.</span></p>
                <p><strong>EZ: &iquest;Y c&oacute;mo se congenia en esa &eacute;poca ser una profesional tan activa con las exigencias de ser mujer?<br />DG: </strong><span>Yo he tenido suerte, mucha suerte. Que me hayan echado del colegio de las monjas y entrar a un colegio abierto para la &eacute;poca, bailar con Jooss, entrar a la Chile, conocer a Jodoroswky, militar y conocer el teatro fue una fortuna. Pero hay cosas en el camino dolorosas y que me marcaron mucho.&nbsp;</span><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">Cuando conoc&iacute; a Gustavo Meza y me enamor&eacute; -no recuerdo cu&aacute;ndo lo conoc&iacute;, me da pena-, entr&eacute; a estudiar teatro y me quitaron a mis ni&ntilde;os. La tuici&oacute;n se la qued&oacute; el padre y yo era un monstruo, deb&iacute;a dejar el teatro si quer&iacute;a conversar, era una amenaza, y no claudiqu&eacute;. No lo sent&iacute; como una rebeld&iacute;a. Fue atroz, fue muy largo y muy doloroso. Yo viv&iacute;a en Concepci&oacute;n y viajaba a Santiago 10 horas a estar con ellos y me devolv&iacute;a. Fue duro, me castigaron y me castigu&eacute; mucho, pero yo te lo cuento desde mi lado, desde el otro lado yo deb&iacute; ser una descriteriada. Ahora, desde este sill&oacute;n, te digo que me arrepiento, porque el da&ntilde;o fue muy grande. Yo no supe defenderme, no ten&iacute;a poder, ni plata, ni nada. Yo ten&iacute;a mucha rabia en esa &eacute;poca y esa rabia me confundi&oacute;.</span></p>
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    <div class="column">
      <p><strong>EZ: &iquest;Eres soberbia?<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Yo creo que algo s&iacute;. Tengo una soberbia de clase, inculcada sin que yo me diera cuenta, eso que tienen unos pocos de sentir que el pa&iacute;s es de ellos. Algo de eso se me tiene que haber pegado, a pesar de que yo era mujer y la verdad es que m&aacute;s bien se nos privaba. Pero m&aacute;s que todo, yo me sent&iacute;a con un poder que era la cultura, el poder de la palabra, el poder de decir en el teatro.</span></p>
      <p><strong>EZ: &iquest;De qu&eacute; te liberas al ir envejeciendo?<br />DG: </strong><span>Las cosas importantes ahora son las m&iacute;nimas. Despertarme en las ma&ntilde;anas ya es algo, y hacerlo con ganas de levantarme a&uacute;n m&aacute;s. Se achican las necesidades, y &iexcl;qu&eacute; rico tener menos! Lo &uacute;nico que me importa es mi familia. Mirarlos, tocarlos, sentirlos y verlos respirar. Yo llegu&eacute; a (Gabriel) Boric por mis nietos y nietas, porque dije &ldquo;esta es una edad en que los cabros empiezan a pensar lo mejor. Todav&iacute;a no hay vicios, tienen libertad&rdquo;. Vot&eacute; por &eacute;l porque tiene 35 a&ntilde;os, que es cuando partes algo, divisas el rumbo y no lo niegas.</span></p>
      <p><strong>EZ: &iquest;Qu&eacute; extra&ntilde;as de la Delfina de ayer?<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Pensar y hacer; aquello que deseo voy y lo hago. Ahora s&oacute;lo pienso y miro al resto hacer...</span></p>
      <p><strong>EZ: &iquest;Le tienes miedo a envejecer?<br />DG: </strong><span>Mi primera gran pelea fuerte ha sido con el cuerpo, cuando ya no salta cuando quiero que salte, cuando pierde la resistencia, cuando te hace respirar de otra forma. El cuerpo me dio la vejez, no la cabeza. Yo he conservado cierta lucidez.</span></p>
      <p><strong>EZ: &iquest;Le tienes miedo a morir?<br />DG: </strong><span>S&iacute;, o sea no s&eacute;, pero s&iacute;. No me gustar&iacute;a que me dijeran que me muero en dos minutos m&aacute;s. No pienso demasiado en eso, para qu&eacute; voy a provocarme angustia, me reservo esos momentos de introspecci&oacute;n para pensar en cosas presentes. Yo vivo en el presente.</span></p>
      <p><strong>EZ: &iquest;Y c&oacute;mo nos ves a las mujeres hoy? Vienes de una cultura donde&nbsp;<span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">todo era a&uacute;n m&aacute;s dif&iacute;cil y tuviste que romper para que nosotras podamos avanzar.</span></strong></p>
      <p><strong style="letter-spacing: 0px;">DG: </strong><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">Yo tengo la sensaci&oacute;n de que apenas rasgu&ntilde;&eacute; algo, pero ustedes metieron todo, manos, pies y empez&oacute; el desbloqueo brutal de nuestra sociedad, lo que me produce un placer in&eacute;dito. Ver a mis nietas siendo felices con sus estudios, sus trabajos, haciendo lo que imaginaron, pudiendo equivocarse, verlas tener sus familias preciosas sin culpa, respetadas. Ahora, lo que s&iacute;, a m&iacute; no me gusta la queja, quiz&aacute; veo una generaci&oacute;n que usa la queja como motivo de conversaci&oacute;n, me quejo y luego existo.</span></p>
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        <div class="layoutArea">
          <div class="column">
            <p><strong>EZ: &iquest;Qu&eacute; deseas hoy?<br /></strong><span><strong>DG:</strong> </span><span>Que mi familia sea feliz, verlos iniciando el rumbo, todos con sus alamedas abiertas. &iexcl;Ah! Y me paso pensando que quiero que el 7 de abril, que es mi cumplea&ntilde;os, est&eacute; toda mi familia besuque&aacute;ndose, todos los cuerpos encontr&aacute;ndose. Qu&eacute; cosa m&aacute;s bonita es ver a dos personas abraz&aacute;ndose y que se extrapole a la sociedad, que el cuerpo sea un amigo. Para eso me sirvieron las terapias, para entender que la frivolidad no tiene nada que ver con el cuerpo. El cuerpo es la materia para existir, para estar en la tierra. Lo respeto tanto, c&oacute;mo lo tratemos es c&oacute;mo nos enfrentamos al mundo. Sanar la relaci&oacute;n con el cuerpo, dejar de protegernos. Es tan rico sentir al otro, quiero tanto eso para todos.</span></p>
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Vivir el presente

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