Con su marca hom&oacute;nima, la dise&ntilde;adora italiana Gioia Bini crea prendas de lujo a partir de telas tra&iacute;das desde la Toscana. Se inspira en la vida n&oacute;mada y busca que sus dise&ntilde;os acompa&ntilde;en a sus due&ntilde;as por mucho tiempo.

Desde R&iacute;o de Janeiro se conecta por videollamada para iniciar una conversaci&oacute;n larga y distendida. Gioia Bini (33) lleva m&aacute;s de un mes en la ciudad carioca: est&aacute; bronceada, luce un top azul junto con un pareo colorido y, de fondo, se ven palmeras. Parece una imagen producida, pero es real. Dice tener un pedazo de su coraz&oacute;n en Brasil, pa&iacute;s que visita regularmente. Es un lugar que la inspira y le entrega ideas frescas.
El amor de esta dise&ntilde;adora por la moda no surgi&oacute; a partir de una chispa, lo suyo es una pasi&oacute;n heredada. Naci&oacute; y se crio en Florencia, Italia, mirando el estilo elegante de su madre, pero por sobre todo el de su abuela, que viv&iacute;a en Etiop&iacute;a y viajaba a Europa una vez al a&ntilde;o para agregar piezas hechas a medida en su guardarropa.
A pesar de encantarse desde siempre con las materialidades, las texturas y el trabajo artesanal de las prendas, a Bini no le entusiasmaba la idea de dedicarse a la moda. Decidi&oacute; dirigirse a Londres para estudiar Fine Art en Central Saint Martin School, donde se gradu&oacute; con honores. Posterior a eso vivi&oacute; en Nueva York para inclinarse por el &aacute;rea cinematogr&aacute;fica: realiz&oacute; documentales sobre destacados personajes &mdash;como la coleccionista de arte Peggy Guggenheim&mdash; y trabaj&oacute; con el conocido fot&oacute;grafo de moda estadounidense Bruce Weber. &ldquo;Por alguna raz&oacute;n, por m&aacute;s que yo quisiera no estar dentro del mundo de la moda, esta siempre volv&iacute;a a m&iacute; de alguna forma&rdquo;, comenta. De regreso en Europa quiso dise&ntilde;ar prendas para su propio uso. Ve&iacute;a c&oacute;mo en su ciudad natal las mujeres solo vest&iacute;an las tendencias de moda y no se arriesgaban a lucir algo diferente y nuevo. Busc&oacute; diferenciarse, dise&ntilde;ando vestidos atemporales que pudieran usarse tanto para un evento elegante como para el d&iacute;a a d&iacute;a. &ldquo;Quer&iacute;a prendas para usar en cualquier ocasi&oacute;n. Por ejemplo, un vestido de buena calidad, que en cualquier situaci&oacute;n siguiera siendo una pieza hermosa y distinguida&rdquo;.

<h3 class="p1">Los inicios de su marca hom&oacute;nima</h3>
Lo que comenz&oacute; como algo personal, se convirti&oacute; en una marca gracias a la motivaci&oacute;n que recibi&oacute; de sus cercanos. Dice que empezar no fue un desaf&iacute;o: ten&iacute;a un equipo de costureros y, dado que acostumbraba dise&ntilde;ar para s&iacute; misma, ya sab&iacute;a que era una buena decisi&oacute;n priorizar las buenas telas y el confort. En 2016 cre&oacute; el Instagram de su proyecto (@gioia_bini), y en pocos d&iacute;as lleg&oacute; el primer pedido: 700 vestidos. Poco a poco fue lanzando los modelos que hoy son &iacute;conos: Chiara, Fiona, Clo, entre otros. Sin embargo, afirma que al momento de seleccionar las telas que trae desde la Toscana no se gu&iacute;a por vestidos previamente dise&ntilde;ados. &ldquo;Al buscar las materialidades con las que voy a trabajar me doy cuenta de lo inspiradoras que son las telas. Es incre&iacute;ble c&oacute;mo sus dise&ntilde;os hacen que tomes la decisi&oacute;n final de tu pr&oacute;xima creaci&oacute;n&rdquo;.
&ldquo;El mejor regalo que me entrega mi trabajo es ver a las chicas usando mis dise&ntilde;os despu&eacute;s de tantos a&ntilde;os. Me reafirma que estoy haciendo algo bien, porque ven mis vestidos como piezas de muchos usos, que guardas en tu guardarropa como una joya&rdquo;, comenta Gioia, y agrega: &ldquo;Son vestidos para mujeres que quieren sentirse bien con ellas mismas y con lo que est&aacute;n usando&rdquo;.

Gioia Bini: dolcevita

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