Para el artista Guillermo Lorca pintar es meditar y encontrarse de frente con sus pensamientos. Su mente no se detiene y su imaginario creativo se alimenta de agudeza visual y sensibilidad art&iacute;stica.

Entre cerros &aacute;ridos y grandes casas que adornan el panorama est&aacute; la guarida de Guillermo Lorca (39). Una puerta de madera tallada a mano de la India separa el exterior del espacio con influencia barroca que refugia el imaginario creativo del artista. Muchos creer&iacute;an que la casa de un pintor se adorna completamente de sus propias obras, no obstante, aqu&iacute; solo se encuentra Las ovejas, que realiz&oacute; en 2012. Al preguntar por otras, invita a pasar a su taller para adentrarse en las profundidades de su mundo art&iacute;stico. Ah&iacute; los sentidos despiertan: el aroma a trementina impacta y una mesa extensa y ancha invita a sentir las distintas texturas que el &oacute;leo seco genera. Con su nuevo proyecto a las espaldas, comienza una larga conversaci&oacute;n acerca de su carrera y pasi&oacute;n por el arte.
Todo se inici&oacute; gracias a su madre &mdash;la escritora y periodista Beatriz Garc&iacute;a-Huidobro&mdash;, que le inculc&oacute; el amor por la expresi&oacute;n art&iacute;stica en todas sus formas: ten&iacute;a talento al pintar, le&iacute;a sobre ello, y pose&iacute;a una gran colecci&oacute;n de libros relacionados con el tema que Guillermo, de peque&ntilde;o, devor&oacute;. Le fascinaba observar los trazos, matices y detalles que su madre generaba con la t&eacute;cnica del pincel, pero por sobre todo percibir los aromas de las pinturas que utilizaba. &ldquo;Los materiales que ol&iacute; en ese entonces actualmente me traen recuerdos de cuando observaba a mi madre en su taller y me evocan agradables sentimientos de mi infancia. En cierta forma, eso hizo que me refugiara en mi imaginaci&oacute;n, en la fantas&iacute;a y en el crear a trav&eacute;s de lo art&iacute;stico. Algo que me inculc&oacute; mi madre, que sigo haciendo hasta el d&iacute;a de hoy&rdquo;, afirma.
A los 16 a&ntilde;os se dio cuenta de que ten&iacute;a talento: su excelente manejo con el pincel lo llev&oacute; a pensar c&oacute;mo quer&iacute;a expresarse. En 2002 inici&oacute; sus estudios de arte en la Universidad Cat&oacute;lica de Chile y en 2006 se dirigi&oacute; a Noruega para convertirse en aprendiz del pintor Odd Nerdrum, considerado como uno de los m&aacute;s grandes pintores figurativos cl&aacute;sicos vivos. En ese tiempo descubri&oacute; las distintas maneras de hacer y manifestar el arte, que van desde lo pol&iacute;tico hasta lo intelectual. Sin embargo, a &eacute;l le atrajo lo m&aacute;gico y c&oacute;mo se puede contar una historia desde la entretenci&oacute;n, el misterio y una amplia gama de colores. &ldquo;Con los a&ntilde;os he adquirido una paleta de 10 colores, que son las bases que ocupo en mis obras y las cuales fui adquiriendo a trav&eacute;s del ensayo y error que tuve en los primeros cinco a&ntilde;os de mi carrera. No obstante, con el tiempo he ido experimentando y es com&uacute;n que agregue algunos colores extras dependiendo del cuadro en el que est&eacute; trabajando&rdquo;.

<h2 style="text-align: justify;">Las piezas del puzle&nbsp;</h2>
L&rsquo;OFFICIEL: &iquest;C&oacute;mo es tu proceso creativo al iniciar una nueva obra?
GUILLERMO LORCA: Es un juego art&iacute;stico que consiste en mucha paciencia y perseverancia. Busco encajar las figuras que elijo retratar para as&iacute; lograr un relato a trav&eacute;s de ellas; tal como se hace en un puzle. No existe una gu&iacute;a de instrucciones exactas para comenzar una pintura, cada obra tiene un mismo objetivo: llegar a distintas im&aacute;genes que en conjunto logren una narraci&oacute;n, pero que a la vez lo hagan con gracia.

Sus a&ntilde;os de trayectoria han hecho que esto se le d&eacute; de forma natural. Se inicia con una primera chispa que surge en su cabeza, a menudo ligada a una imagen u objeto que se le present&oacute; en el camino. Otras veces imagina escenas que luego transforma en pinturas. &ldquo;Cuando algo me llama la atenci&oacute;n, es como si se prendiera una ampolleta en mi cabeza que est&aacute; en constante b&uacute;squeda. Me voy dando cuenta de c&oacute;mo algunas cosas que encontr&eacute; en mi camino se relacionan con otras, pero no de una manera obvia, sino porque producen un sentido de correspondencia por alguna raz&oacute;n no racional&rdquo;. En ese sentido la vista es su mayor aliado, lo ayuda a observar su entorno y ver c&oacute;mo van surgiendo las narraciones que busca expresar. &ldquo;Solo puedo pensar en lo agradecido que estoy por tener este sentido, que adem&aacute;s de sus utilidades evidentes me hace apreciar la belleza y determinar mi forma de ser como humano. No todas las criaturas ocupan este sentido para funcionar bien; de hecho, una gran parte de ellos &mdash;en general los muy peque&ntilde;os&mdash; son ciegos. Hay una relaci&oacute;n entre lo que veo y lo que hacen mis manos, que es fundamental para el acto mismo de pintar y disfrutar cada sutileza en la pincelada, en donde uno, sin darse cuenta, descarga emociones y su propia forma de ser&rdquo;.
En ese proceso aparecen los protagonistas de sus relatos. Primero surgieron las famosas &ldquo;ni&ntilde;as&rdquo;, que comenzaron siendo una especie de anim&eacute; y luego tomaron su forma actual. Para Lorca son una suerte de ninfas del bosque que viven dentro de los cuadros y que buscan armonizar la atm&oacute;sfera de violencia en sus pinturas: los animales que retrata, que simbolizan las fuerzas incontrolables presentes en su inconsciente.

L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo las describir&iacute;as?
GL: Como lo preciado, lo hermoso y la protecci&oacute;n dentro de lo que se presenta. Son vulnerables contra el peligro, pero a la vez muy poderosas. Por eso las veo como lo esperanzador y el equilibrio en mis obras: entre m&aacute;s tr&aacute;gica la narrativa, m&aacute;s esperanzadoras ser&aacute;n.&nbsp;
Con el tiempo estos personajes se han convertido en su sello. En cada una de sus exposiciones &mdash;Pinturas en latencia, que realiz&oacute; en 2012 en la sala Arte CCU; Casita de dulces, que llev&oacute; a cabo en la Galer&iacute;a Hilario Galguera, en M&eacute;xico, y La vida eterna, que realiz&oacute; en 2014 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile&mdash; demuestra la importancia del juego art&iacute;stico en sus historias. No obstante, es en Esplendor en la noche, su muestra permanente en el Museo Contempor&aacute;neo de Barcelona (MoCo), donde se ve claramente la oposici&oacute;n entre dulzura y violencia a trav&eacute;s de la presencia de estas ninfas.

<h2 class="p1" style="text-align: justify;">Horas de silencio&nbsp;</h2>
La relaci&oacute;n que tiene el artista con la noche es distinta a la que el ser humano acostumbra. Por problemas de insomnio severos &mdash;que despu&eacute;s de muchos a&ntilde;os de tratamientos no ha podido solucionar&mdash; pasa las noches en vela para aprovechar las eternas horas de silencio y soledad. Aunque no es trasnochador por voluntad propia, aprende a lidiar con ello todos los d&iacute;as: trabaja en conjunto con sus pensamientos para que fluyan su creatividad y concentraci&oacute;n. &ldquo;La noche la quiero porque no puedo evitarla. Yo no la eleg&iacute;, no soy un hombre de noche por mi propia voluntad&rdquo;, comenta.

Esta manera de vivir no condiciona su forma de trabajar en una obra. No obstante, afirma que hay algo en la noche que busca representar a trav&eacute;s de sus pinturas: la asocia a la parte m&aacute;s oscura del inconsciente, a lo desconocido que muchas veces le da miedo explorar. Al pintar escarba en esos lugares m&aacute;s sombr&iacute;os, los enfrenta, tratando de ver su lado hermoso y est&eacute;tico. &ldquo;Mi cabeza cuando pinta tiene un constante ruido de ideas e im&aacute;genes. Eso lo llevo hacia afuera, para que los que me siguen puedan tener algo m&iacute;o de alguna forma. Busco que piensen en m&iacute; como un artista que quiso explorar y disfrutar la vida al m&aacute;ximo, siendo a la vez una persona muy humana que tiene sus altos y bajos como todo el mundo. Quiero expresar mi subconsciente y que mis pinturas lleven a las personas a distintos lugares imaginativos&rdquo;, explica.
L&rsquo;O: En ese sentido, &iquest;c&oacute;mo ves tu arte a futuro?
GL: Me gustar&iacute;a que mis cuadros estuvieran en los lugares lo m&aacute;s p&uacute;blicos posible. En museos y galer&iacute;as de renombre, para que no solo sean im&aacute;genes que se encuentren en internet. Es muy distinto cuando ves arte en sitios que te entregan la sensaci&oacute;n de templos o que producen tranquilidad: las formas de reflexionar y de encontrarse con una obra son sumamente diferentes que cuando se te presenta por una pantalla que est&aacute; sobreexcitando ciertos lados de tu cerebro.

Fotos: Carlos Saavedra (@carlos.saav)
Styling: Macarena Arias (@kambal__)&nbsp;
Direcci&oacute;n de arte: Matias Thiele (@matiasthieler)
Direcci&oacute;n ejecutiva: Mar&iacute;a Jes&uacute;s Reyes (@jesureyesh)&nbsp;
Maquillaje: Rosario Carvallo (@rosariocarvallo)&nbsp;
Asistente de producci&oacute;n: Montserrat Santib&aacute;&ntilde;ez (@mon1080p)

Los relatos nocturnos de Guillermo Lorca

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