Los dise&ntilde;os de la temporada de primavera 2022 vuelven la mirada a los 90 y los 2000 con la nostalgia de tiempos m&aacute;s felices y relajados, casi hedon&iacute;sticos.

Como un sue&ntilde;o recurrente, las tendencias que definieron los 90 y los 2000 han regresado a las pasarelas en las &uacute;ltimas temporadas, esta vez reimaginadas en consonancia con un zeitgeist cultural dominado por la generaci&oacute;n Z.
La moda urbana de celebridades como Bella Hadid, Dua Lipa y Alexa Demie &ndash;de amplia cobertura en los medios&ndash; ha llegado hasta los guardarropas patrocinados por Depop de los j&oacute;venes creadores de hoy, mientras que en la m&uacute;sica estrellas como Olivia Rodrigo y Willow Smith adoptan la melancol&iacute;a pop-punk que convirti&oacute; en &eacute;xitos a bandas como Paramore y My Chemical Romance. Im&aacute;genes fijas de pel&iacute;culas de culto y de series de televisi&oacute;n como Clueless y The Simple Life colman los feeds de Instagram acompa&ntilde;adas de ep&iacute;grafes hechos para viralizarse, y shows recientes como Euphoria se nutren del furor por el Y2K.&nbsp;

Una pandemia global, la presencia cada vez mayor de las redes sociales en la vida y el desastre inminente por el cambio clim&aacute;tico han generado una angustia similar a la del cambio de siglo. No es sorprendente, entonces, que busquemos reclamar y reinterpretar como propia una versi&oacute;n irreverente, impertinente, de la moda de los 90 y los 2000.
Si bien hay un retorno de las marcas clave de esas d&eacute;cadas, nuevos creadores y dise&ntilde;adores en diversas disciplinas aportan sus propias perspectivas. En el centro de los sistemas de la moda de los 90 y los 2000 hab&iacute;a una dicotom&iacute;a similar entre ostentaci&oacute;n y originalidad, si bien carec&iacute;a de las complejidades de la cuenta de seguidores y de la est&eacute;tica de los feeds. Mientras seguimos adapt&aacute;ndonos a un mundo incierto, se mantiene la convicci&oacute;n en la importancia y la sustancia de esta era revolucionaria en la moda y la cultura.
El retorno a los estilos populares del Y2K se ha convertido en un objeto de estudio prevalente para los actuales acad&eacute;micos de la moda. En el Fashion Institite of Technology (FIT), la curadora Colleen Hill organiz&oacute; una exposici&oacute;n con el t&iacute;tulo Reinvenci&oacute;n e inquietud: La moda en los 90, que examina la manera en que la d&eacute;cada representa un choque entre el minimalismo y la fantas&iacute;a, y c&oacute;mo tal yuxtaposici&oacute;n est&aacute; en el centro del atractivo de estos estilos. La retrospectiva, que estuvo abierta al p&uacute;blico hasta el 17 de abril de 2022, present&oacute; 85 piezas de la colecci&oacute;n permanente del FIT. Hill estableci&oacute; conexiones entre prendas ic&oacute;nicas y tendencias de la &eacute;poca, y las fusiona con momentos culturales y estados de &aacute;nimo significativos. La exposici&oacute;n no podr&iacute;a haber sido m&aacute;s oportuna: tanto celebridades como marcas vuelven a vestir &ndash;para bien o para mal&ndash; pantalones y faldas de tiro bajo; por las pasarelas de Versace, Vivienne Westwood y Moschino desfilan zapatos de voluminosas plataformas con reminiscencias de los cat&aacute;logos de los 90, mientras que Prada afirma la pertinencia del taco kitten que fuera el calzado que prefer&iacute;an las traviesas It girls para las salidas nocturnas.

Reinvenci&oacute;n e inquietud sugiere que estos estilos nacieron del deseo de revitalizarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo, porque a los 90, relativamente libres de conflicto y drama, les sigui&oacute; un milenio que se presentaba amenazante. En 2022 estamos pasando por un momento similar, atravesando una pandemia global en un mundo digitalizado. Aunque los 90 y los 2000 buscaban reformular por completo el estilo, hoy a&ntilde;oramos ese tiempo que percibimos como mucho m&aacute;s simple, reinventando la est&eacute;tica de la era a trav&eacute;s de una lente moderna.
La moda McBling que lleg&oacute; de la mano de Paris Hilton y Nicole Richie fue recibida con desprecio por las marcas de Alta Costura. A los ojos de la era Free-Britney, sin embargo, el brillo ani&ntilde;ado e indulgente es una celebraci&oacute;n de la hiperfeminidad y un rechazo a las narrativas patriarcales que se usaron alguna vez para avergonzar a quienes la vest&iacute;an. El crop top mariposa con cristales creado por Ungaro que luci&oacute; Mariah Carey y el vestido azul el&eacute;ctrico de Versace que llev&oacute; Jennifer Garner en Si tuviera 30 se convirtieron en material hipercompartido en Instagram, y las marcas produjeron numerosas reversiones y recreaciones. Versace muestra con &eacute;xito los minivestidos de malla que supieron caracterizar a algunas supermodelos; Chanel ha drapeado amorosamente los looks de la temporada primavera/ verano 2022 con nost&aacute;lgicos cinturones de cadena con logo en un renovado abrazo a la mujer sexy de los 90. A medida que la moda Y2K cobra altura en Tik Tok, Blumarine, que hab&iacute;a perdido presencia, est&aacute; otra vez en las candilejas con la frescura afectada y la sensualidad informal de la chica del 2000. Su est&eacute;tica de chicle de globo y mariposas, refrescante y despreocupada, trae nuevamente la alegr&iacute;a a la moda en un tiempo de oscuridad. Roberto Cavalli tambi&eacute;n ha experimentado una especie de resurrecci&oacute;n. Y Vivienne Westwood &ndash;peso pesado de la couture de los 90&ndash; ha recobrado la atenci&oacute;n de la industria con celebridades e influencers representando la imagen punk de la dise&ntilde;adora en minikilts, cors&eacute;s y chokers de perlas. Prada ha lanzado una reedici&oacute;n de sus ic&oacute;nicas carteras de nylon, mientras que en Miu Miu se luce a pleno la mini en la primavera/verano 2022, esta vez m&aacute;s corta que en nuestra memoria.
En la temporada reina aquel hedonismo del cambio de siglo, con colores intensos, siluetas firmes y estampados y texturas amigables. Este viaje nost&aacute;lgico se deleita con la feminidad, la sensualidad y los toques deliberadamente cursis de la moda Y2K: una dosis muy necesaria de dopamina despu&eacute;s del pesimismo que marc&oacute; hasta ahora la d&eacute;cada de 2020.&nbsp;

Ready To Wear (Again)

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