Soci&oacute;loga de profesi&oacute;n pero artista por vocaci&oacute;n, la directora audiovisual Josefina Buschmann acaba de presentar su instalaci&oacute;n The Fallen Clouds en Austria -en el festival de artes mediales m&aacute;s antiguo e importante del mundo- acerca del insospechado impacto socioambiental de las tecnolog&iacute;as digitales.

Josefina Buschmann (34) observa el mundo desde un prisma de artista, pero la inspiraci&oacute;n para su &uacute;ltimo gran proyecto lleg&oacute; mientras cursaba Estudios de Medios en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), una de las instituciones m&aacute;s emblem&aacute;ticas del mundo de la ciencia, las matem&aacute;ticas y la tecnolog&iacute;a.&nbsp;
Se define a s&iacute; misma como una &ldquo;antrop&oacute;loga visual&rdquo;: Tras estudiar sociolog&iacute;a y direcci&oacute;n audiovisual en paralelo, entre 2017 y 2019 realiz&oacute; una maestr&iacute;a en Estados Unidos donde comenz&oacute; a interesarse cada vez m&aacute;s en investigar y visibilizar el impacto socioambiental de las tecnolog&iacute;as digitales. &ldquo;Como generalmente vemos pantallas y no todo lo que est&aacute; detr&aacute;s, aparece el mito de la &lsquo;nube de datos&rsquo;&rdquo;, explica. &ldquo;Quer&iacute;a meterme en la infraestructura, en todas las materialidades que movilizan la se&ntilde;al, para romper con la idea de que todos nuestros archivos est&aacute;n flotando en un espacio nebuloso que no sabemos bien d&oacute;nde se encuentra&rdquo;.&nbsp;
Y es que, como bien descubri&oacute; a medida que desarrollaba la obra, estas &ldquo;nubes&rdquo; no se encuentran levitando en el cielo, sino que est&aacute;n encarnadas en invasivos objetos que habitan el espacio junto a nosotros, ya sean kilom&eacute;tricos cables submarinos, galpones de computadores que act&uacute;an como centros de datos o cientos de antenas que permiten a la se&ntilde;al circular. &nbsp;
&ldquo;La instalaci&oacute;n que hicimos se llama The Fallen Clouds (Las Nubes Ca&iacute;das), y lo que hace es bajar las nubes a la tierra&rdquo;, se&ntilde;ala su autora. A trav&eacute;s de un exhaustivo trabajo de campo, el resultado final se constituy&oacute; como una experiencia inmersiva de varias capas: un video documental filmado en 16 mil&iacute;metros, una pista de audio a modo de &ldquo;escultura sonora&rdquo; y partes de los distintos elementos que componen la &ldquo;nube&rdquo;, desde fragmentos de cable de fibra &oacute;ptica submarina hasta piedras de minerales del salar de Atacama, lugar desde el cual se extrae el litio, materia prima para fabricar las bater&iacute;as de celulares y computadores.&nbsp;

La instalaci&oacute;n de Buschmann -en colaboraci&oacute;n con Daniela Camino, Nicole L'Huillier, Francisca S&aacute;ez y Poli Mujica- fue seleccionada por la Direcci&oacute;n de Asuntos Culturales de Chile (DIRAC) para participar en Ars Electronica 2022, el festival de artes mediales m&aacute;s prestigioso y antiguo del mundo, situado en Austria. La alta concurrencia del p&uacute;blico era fundamental para la exhibici&oacute;n, por lo que la instancia fue el debut ideal. &ldquo;Lo que m&aacute;s nos interesaba ver era c&oacute;mo reaccionaba la gente, c&oacute;mo interactuaban con ella&rdquo;, relata la directora. &ldquo;Muchas personas se quedaban muy pegadas viendo el video, otros explorando m&aacute;s los materiales, toc&aacute;ndolos. Siempre hab&iacute;a gente circulando&rdquo;.&nbsp;
La atm&oacute;sfera sensorial y envolvente de la exposici&oacute;n permite que sus aspectos m&aacute;s informativos y reflexivos se den naturalmente. El documental muestra extra&ntilde;as im&aacute;genes submarinas de cangrejos a lo largo de todo el cable de fibra &oacute;ptica que recorre nuestra costa -"las se&ntilde;ales electromagn&eacute;ticas que emite hipnotizan a los animales y hacen que se acerquen a &eacute;l"- y cuenta la historia de las mujeres de MOSACAT, movimiento formado por vecinas de Cerrillos que, en 2019, se opusieron al data center que Google pretend&iacute;a instalar en la comuna -el proyecto requer&iacute;a de 169 litros por segundo de agua para enfriar los computadores, los cuales se sobrecalientan al almacenar la informaci&oacute;n-. De esa forma, sumado a las piezas f&iacute;sicas que colgaban del techo y a la sonorizaci&oacute;n de cada una de ellas, The Fallen Clouds aterriza y personifica las consecuencias de la tecnolog&iacute;a que usamos diariamente.&nbsp;
Tras el &eacute;xito del montaje en Europa y aunque a&uacute;n no existe una fecha confirmada, Buschmann espera poder exhibirla en nuestro pa&iacute;s lo antes posible.&nbsp;

El mito de la nube

Entradas recomendadas

Moda

Tommy Hilfiger adora Nueva York (y viceversa)

Moda

Jean Paul Gaultier anuncia una nueva colaboración junto a Shayne Oliver

Mujer

WORKING GIRLS

Moda

Ni tontos ni pesados: vuelven Los Tres

Gourmet

Terroir llega a Chile: la vinicultura se apodera de El Toro de la mano de Paul Grieco

Moda

En sus zapatos: lo nuevo de Gucci Horsebit

Moda

PAS DE DEUX

Moda

Con ganas de ROKH H&M: perfectamente imperfecta