Ya no son solo piezas de dise&ntilde;o para enriquecer espacios. Las boutiques ahora albergan colecciones permanentes, ideadas por curadores expertos.

No es de extra&ntilde;ar que la moda tenga una estrecha relaci&oacute;n con los artistas y sus obras; basta pensar en lo que pas&oacute; el d&iacute;a que Elsa Schiaparelli conoci&oacute; a Salvador Dal&iacute;. Las diversas bases creadas a lo largo del tiempo por los grandes nombres del lujo &mdash;de Prada a Vuitton, pasando por la Colecci&oacute;n Pinault, por citar solo algunos&mdash; son hoy un territorio bien conocido tanto por los profesionales como por los aficionados. Pero ahora el deseo de la moda de dialogar con el arte ha llegado a las boutiques para quedarse. Antiguamente hab&iacute;a, eso s&iacute;, piezas de dise&ntilde;o, elegidas mayoritariamente para enriquecer el espacio, para llamar la atenci&oacute;n, pero sin robarle protagonismo al producto. Sin embargo, cada vez es m&aacute;s frecuente que nos topemos con aut&eacute;nticas colecciones permanentes reunidas por curadores expertos. Entre los gestos m&aacute;s llamativos del nuevo rumbo de Gucci, est&aacute; la decisi&oacute;n de transformar las tiendas en entornos donde ir de compras rodeado de obras de grandes nombres vinculados de alguna manera a la escena de las ciudades en las que se ubican, mezcl&aacute;ndolas con marcas internacionales. En Mil&aacute;n, por ejemplo, est&aacute;n Lucio Fontana, Liliana Moro, Franco Mazzucchelli, pero tambi&eacute;n Jamie Poblete, Nathlie Provosty, Augustas Serapinas, Adji Dieye, todos seleccionados por el noruego Truls Blaasmo, asesor art&iacute;stico de la marca desde hace mucho tiempo. Y lo mismo ocurre con la reci&eacute;n renovada boutique neoyorquina, que Blaasmo ha enriquecido con trabajos en video de Alighiero Boetti, as&iacute; como esculturas de Larry Bell e instalaciones de Autumn Knight. Ferragamo, cuya tienda milanesa en v&iacute;a Montenapoleone reabri&oacute; al p&uacute;blico durante la reciente Semana de la Moda femenina, acoge Acquario, la hornacina enteramente revestida de cer&aacute;mica azul de Andrea Mancuso/Analogia Project, tambi&eacute;n autor de una de las mesas presentes, mientras que otras, realizadas en piedras "cosidas" con hilo de cuero, son obra de Andrea Anastasio. Por no hablar de las piezas &uacute;nicas que la creativa JoAnn Tan ha creado partiendo del concepto de upcycling. De nuevo Mil&aacute;n, y de nuevo una gran maison de lujo, Bottega Veneta.

Con la inauguraci&oacute;n de la nueva tienda en la Galleria Vittorio Emanuele, la primera bajo la direcci&oacute;n del director creativo Matthieu Blazy, incluso los tiradores de la entrada se convierten en una obra de arte, realizada en vidrio por el artista japon&eacute;s Ritsue Mishima. En Londres, la boutique Ala&iuml;a en Bond Street acaba de abrir sus puertas ofreciendo la visi&oacute;n del director creativo Pieter Mulier, acompa&ntilde;ada de su selecci&oacute;n de obras de Sterling Ruby, Thomas Ruff, Steven Shearer y Sarah Lucas. En la flamante tienda Louis Vuitton de Bangkok, el dise&ntilde;o y el arte pasan a ser primordiales en la experiencia del cliente, gracias a la escenograf&iacute;a de la exposici&oacute;n Visionary Journeys, desarrollada por Shohei Shigematsu, socio del famoso estudio de arquitectura OMA. En &Aacute;msterdam, la boutique Max Mara ampliada alberga las pinturas de la artista sueca Alice Herbst, encargadas por la marca inspir&aacute;ndose en la colecci&oacute;n Max Mara Resort 2024, que a su vez se inspir&oacute; en las tradiciones folcl&oacute;ricas suecas y las obras de la feminista y ganadora del Premio Nobel Selma Lagerl&ouml;f. La tienda romana de Antonio Marras acoge todas las escaleras que conducen a Roma, una obra que vuelve a revelar a Marras como un artista puro, ya admirado en la Trienal con su exposici&oacute;n individual entre 2016 y 2017. Todo ello sin olvidar las tiendas que ya hab&iacute;an establecido su estrecho v&iacute;nculo con los artistas en temporadas pasadas.
Loewe reabri&oacute; sus puertas en Montenapoleone el a&ntilde;o pasado con algunas obras de la colecci&oacute;n de arte, dise&ntilde;o y artesan&iacute;a de Loewe en su interior, incluidas pinturas de Ragna Bley y Stephanie Heinze. Mientras que entre las piezas de cer&aacute;mica se encuentra Sujet Colombe, la jarra con forma de p&aacute;jaro pintada a mano en 1959 por Pablo Picasso. En Marni est&aacute; la Caravana de la Creatividad, una instalaci&oacute;n independiente multifuncional dise&ntilde;ada por The Wilson Brothers y Brinkworth en colaboraci&oacute;n con el director creativo Francesco Risso, dise&ntilde;ada para invitar a los artistas a ocupar y llevar sus propias intervenciones al interior. Herm&egrave;s siempre ha cultivado un estrecho di&aacute;logo con el mundo del arte y lo elige para sus tiendas como lo har&iacute;a para su hogar, reuniendo diferentes objetos y estilos. El director art&iacute;stico y heredero de la familia Herm&egrave;s, Pierre-Alexis Dumas, eligi&oacute; personalmente las distintas obras presentes en Mil&aacute;n, m&aacute;s de un centenar de pinturas, grabados y esculturas, como la miniatura de madera con la forma del Faubourg Saint-Honor&eacute; creada por Michele De Lucchi, una serigraf&iacute;a de Lucio Del Pezzo y dibujos de Sonia Delaunay. Otro gran aficionado al arte es Dries van Noten, cuyas tiendas suelen contar con piezas valiosas, como la de Los &Aacute;ngeles, donde el dise&ntilde;ador belga invit&oacute; a una serie de artistas internacionales afincados en la ciudad a pintar directamente en las paredes de las zonas, adem&aacute;s de ofrecer espacios para exposiciones de artistas, artesanos y dise&ntilde;adores que Van Noten admira. En la direcci&oacute;n que hizo historia en la moda, 30 Avenue Montaigne, la boutique Dior fue renovada por el arquitecto Peter Marino, quien dej&oacute; espacio para la videoinstalaci&oacute;n de tem&aacute;tica floral de la artista multimedia Jennifer Steinkamp en la planta baja. Y muchas otras obras, entre ellas una composici&oacute;n ad hoc de Jo&euml;l Andrianomearisoa, los &oacute;leos sobre lienzo de Alberto Bertoldi en los camerinos, las pinturas florales de Azuma Makoto y las fotograf&iacute;as de Brigitte Niedermair. Tiffany&amp; Co. presenta por primera vez una exposici&oacute;n en la hist&oacute;rica tienda de la Quinta Avenida: el arquitecto Peter Marino present&oacute; Culture of Creativity, unas setenta obras de su colecci&oacute;n privada de arte contempor&aacute;neo que fueron acompa&ntilde;adas de piezas de plata Tiffany que datan de 1880.&nbsp;

El arte en las tiendas

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