Sin buenas ideas, la motivaci&oacute;n queda enterrada. Pero sin valent&iacute;a, fuerza y creatividad, ninguna idea sale a la luz, por excelente que parezca. En la &uacute;ltima edici&oacute;n del a&ntilde;o decidimos aplaudir a un grupo de ocho personas cuyo trabajo floreci&oacute; y se ilumin&oacute; gracias a esa mezcla virtuosa de inspiraci&oacute;n y transpiraci&oacute;n, imprescindible para trascender.

<h2>Gabriel Ebensperger, ilustrador.&nbsp;</h2>

Para Gabriel Ebensperger (39) -ilustrador y dise&ntilde;ador gr&aacute;fico de la Universidad Cat&oacute;lica de Valpara&iacute;so- el dibujo es su primera herramienta de expresi&oacute;n. Lo acompa&ntilde;a desde muy peque&ntilde;o y le ha abierto grandes puertas tanto personales como laborales. A trav&eacute;s del humor y un dejo de sarcasmo, cuenta su historia mediante la ilustraci&oacute;n. Lo que comenz&oacute; como programa de radio para la comunidad gay en 2014, al a&ntilde;o siguiente se convirti&oacute; en su primer libro: Gay Gigante, que narra de forma c&oacute;mica los miedos de un chico gay rodeado de un entorno retr&oacute;grado. &ldquo;Reconocer que uno sufre es muy dif&iacute;cil. La gente lo oculta, por eso es muy com&uacute;n que detr&aacute;s del humor haya mucho dolor o miedo. El inconsciente va a hablar de la manera que pueda. La manera en la que yo lo he hecho ha sido ri&eacute;ndome de las cosas o siendo sarc&aacute;stico&rdquo;, afirma. Con el paso del tiempo quiso modificar el final del libro y cambiar la romantizaci&oacute;n del amor propio que en muchos casos no se cumple. Este a&ntilde;o logr&oacute; eso. Public&oacute; la cuarta edici&oacute;n de su best seller con un final modificado que da continuidad a un pr&oacute;ximo proyecto. La cuarta edici&oacute;n de Gay Gigante lleg&oacute; por primera vez a Estados Unidos en junio de este a&ntilde;o y estar&aacute; en Chile antes de finalizar 2022.
Para 2023 planea lanzar su tercer libro, que retoma el nuevo final, donde el personaje se preguntar&aacute; qu&eacute; hacer para, finalmente, aceptarse. Desmenuzar&aacute; el trauma, hablar&aacute; de la infancia y adultez queer y tratar&aacute; la autoviolencia que muchas personas viven basada en el self policing (mantenerse al margen de lo impuesto por la sociedad). &ldquo;Llegu&eacute; por fin a una roca donde puedo sentarme a lograr mis metas y trabajos. Ya no siento que va a venir una ola enorme encima de m&iacute; a cambiarlo todo. Soy lo suficientemente yo para poder reflexionar de nuevo&rdquo;, finaliza Gabriel refiri&eacute;ndose al trabajo de su pr&oacute;ximo proyecto. &nbsp;

<h2>Jacinta Besa, artista visual y pl&aacute;stica.&nbsp;</h2>

&ldquo;Un per&iacute;odo muy renovador&rdquo;, as&iacute; describe su 2022 la artista visual y pl&aacute;stica Jacinta Besa (35). Tiene buenas razones para gozar de optimismo. &ldquo;En los &uacute;ltimos dos a&ntilde;os dej&eacute; de lado el desaf&iacute;o y este 2022 volv&iacute; a Santiago, lanc&eacute; algunos cursos que fueron un &eacute;xito, pude trabajar en plastilina en algunos proyectos y viaj&eacute; a ferias como Arteba, gracias a mi participaci&oacute;n en la Galer&iacute;a Isabel Aninat. En general fue un a&ntilde;o superpositivo&rdquo;, cuenta.
En estos d&iacute;as su trabajo est&aacute; centrado en las golosinas que nos recuerdan nuestra infancia (tronquitos de Valpara&iacute;so, porotitos y dulces de an&iacute;s). La obra se llama Habitar la memoria, porque la artista est&aacute; convencida de que los dulces siempre nos conectan a recuerdos, personas que ya no est&aacute;n y lugares que habitamos en alg&uacute;n momento de la vida. De sus manos van saliendo peque&ntilde;as r&eacute;plicas de caramelos que f&aacute;cilmente evocan aromas y sabores, tal como sus obras anteriores reflejan la naturaleza o paisajes urbanos llenos de colores y texturas provenientes de su materia prima. &ldquo;Mi manera de trabajar es superautomatizada; no la pienso mucho, estoy en constante acci&oacute;n&rdquo;. Si bien es muy perfeccionista, es la &uacute;nica manera que conozco&rdquo;, comenta.
El a&ntilde;o que viene quiere que sea una sorpresa. Y lo ser&aacute; en muchos sentidos, porque va a convertirse en madre. &ldquo;Espero no dejar de lado lo m&iacute;o en un 100% porque me gusta mucho lo que hago; que la maternidad permita integrarme de nuevo en estos procesos, retomando lo que ya estoy haciendo&rdquo;, dice.

<h2>Antonio Zuli y Gonzalo Gac, empresarios.&nbsp;</h2>

Este a&ntilde;o, <a href="https://www.instagram.com/retrovision_/?hl=es">Retrovisi&oacute;n</a>, la marca que impulsaron juntos en 2008, abri&oacute; un nuevo camino. Tal como explica <a href="https://www.instagram.com/g_gac/">Gonzalo Gac </a>(36), &ldquo;se concretaron anhelos que ten&iacute;amos desde que partimos con la marca, como lanzar una colecci&oacute;n dise&ntilde;ada por nosotros en Chile. Adem&aacute;s, el destino nos llev&oacute; a conocer justo en momentos previos a Gabriela Bracco, quien ha trabajado con prestigiosas marcas y as&iacute; pudimos dar vida a nuestra l&iacute;nea Perpetuals&rdquo;. Con esta colecci&oacute;n apuntaron directo a los art&iacute;culos de h&eacute;ritage, lo que refleja su preocupaci&oacute;n por la sustentabilidad. &ldquo;Aspiramos a ser una marca transversal pero que tenga altos est&aacute;ndares de calidad. Con Perpetuals (Perpetuos) estamos marcando un antes y un despu&eacute;s, pues son art&iacute;culos heredables, que en base a su estructura pueden ser reparados, contribuyendo a tener en cuenta el impacto medioambiental&rdquo;, asegura <a href="https://www.instagram.com/tonglizulic/?hl=es">Antonio Zulic</a> (40).
Con esta l&iacute;nea de anteojos quieren internacionalizar la marca y hacerlo de la mano de un refresh de su plataforma digital. &ldquo;Nos gustar&iacute;a apuntar a M&eacute;xico, Espa&ntilde;a y Portugal, especialmente Espa&ntilde;a, porque mantiene lazos con una atractiva historia de dise&ntilde;o &oacute;ptico&rdquo;, concluyen.

<h2>Pablo Brugnoli, director ejecutivo del Centro Cultural La Moneda.</h2>

En julio de este a&ntilde;o la direcci&oacute;n ejecutiva del Centro Cultural La Moneda (CCLM) qued&oacute; vacante. Al entonces jefe de Proyectos, Pablo Brugnoli, le toc&oacute; asumir el cargo inesperadamente. Y, aunque la organizaci&oacute;n pronto har&aacute; un concurso p&uacute;blico para encontrar al sucesor permanente, el arquitecto y profesor universitario no pierde el tiempo: &ldquo;Perfectamente podr&iacute;a haber dicho &lsquo;no, mira, qued&eacute;monos ac&aacute;, no hagamos nada complicado, sigamos&hellip;&rsquo;. Pero creo que hay que usar estos espacios desde el d&iacute;a uno para desplegar un rol p&uacute;blico&rdquo;. El fin de la pandemia signific&oacute; la reactivaci&oacute;n no solo de las audiencias, exposiciones y actividades culturales de CCLM, sino tambi&eacute;n de su identidad. El primer semestre las obras de Paul Klee atrajeron a 34.000 personas y la reciente instalaci&oacute;n lum&iacute;nica de Delight Lab ya ha causado revuelo en redes sociales -y no es menor, considerando que su mensaje decididamente pol&iacute;tico est&aacute; siendo exhibido bajo la mism&iacute;sima Plaza de la Ciudadan&iacute;a-. &ldquo;En tiempos como los de ahora, en que nos estamos repensando como sociedad y cuestionando qu&eacute; queremos ser como pa&iacute;s, un espacio como este es clave para la reflexi&oacute;n&rdquo;, se&ntilde;ala Brugnoli. &ldquo;Eso ha orientado nuestras acciones los &uacute;ltimos meses: c&oacute;mo participar m&aacute;s de esta conversaci&oacute;n p&uacute;blica arriba de nuestras cabezas, en la calle, en la Alameda&hellip; No puede ser que arriba se est&eacute; discutiendo un tema y ac&aacute; abajo estemos en otra. Tenemos que impulsar esa discusi&oacute;n&rdquo;.&nbsp;
En 2023, independiente de qui&eacute;n est&eacute; a su cargo, uno de los principales ejes que el CCLM seguir&aacute; potenciando es la descentralizaci&oacute;n, articulando actividades mixtas con otras comunidades, espacios culturales, comunas m&aacute;s perif&eacute;ricas, regiones e incluso pa&iacute;ses latinoamericanos. Una de las acciones m&aacute;s concretas que Brugnoli adelanta es la de transformar el barrio c&iacute;vico en un &ldquo;pueblo cultural&rdquo;, asoci&aacute;ndose con instituciones como el Teatro Nacional, el Fondo de Cultura Econ&oacute;mica y Metro de Santiago, entre otras. &ldquo;Entendiendo que tenemos poco tiempo en la vida en general, hay que actuar r&aacute;pido&rdquo;, reflexiona. &ldquo;No podemos ir marcando el paso&rdquo;.

<h2>Mat&iacute;as Bize, director de cine.&nbsp;</h2>

Existen siete versiones de la pel&iacute;cula El castigo, una toma por cada d&iacute;a de rodaje. La que lleg&oacute; a salas de cine este a&ntilde;o, que se gan&oacute; a la cr&iacute;tica, conquist&oacute; a la audiencia y que incluso fue parte de la competencia internacional del festival de cine Black Nights, de Estonia, fue la sexta toma, la pen&uacute;ltima. Tras varios intentos de grabaci&oacute;n interrumpidos por la pandemia, la cinta al fin pudo ser rodada, editada y estrenada tal y como su director<a href="https://www.instagram.com/matiasbize/"> Mat&iacute;as Bize </a>(43) imagin&oacute;: en un plano secuencia de una hora y media, sin cortes ni montaje de ning&uacute;n tipo. Pero esta no es la primera pel&iacute;cula de su autor&iacute;a que vio la luz este 2022: Mensajes privados, realizada de forma remota durante la cuarentena, se estren&oacute; apenas en mayo, unos cuantos meses antes. Entre eventos, proyecciones y conversatorios, Bize dedic&oacute; gran parte de su a&ntilde;o a promocionar ambos largometrajes. &ldquo;Siento que es como acompa&ntilde;ar la pel&iacute;cula, que me parece superbonito, pero sobre todo por lo que yo recibo de vuelta. M&aacute;s all&aacute; de una cr&iacute;tica o un premio, que alguien se emocione y te diga &lsquo;esta historia me abri&oacute;, me conect&oacute;, me gener&oacute; mucha reflexi&oacute;n&rsquo;... es impagable&rdquo;, se&ntilde;ala.&nbsp;
Su vida privada no fue menos acontecida: en agosto, el cineasta -experto en retratar relaciones amorosas en la pantalla- se cas&oacute; con la actriz Constanza Varela. &iquest;Afectar&aacute; este hecho sus proyectos creativos futuros? &ldquo;He pasado por enamoramiento con En la cama, la separaci&oacute;n en Lo bueno de llorar, la segunda oportunidad en La vida de los peces, todo esto inconscientemente&rdquo;, dice. &ldquo;No s&eacute; qu&eacute; vaya a pasar con mis ideas para adelante, pero siempre me interesa trabajar desde la honestidad. Y eso para m&iacute; es mirarse hacia adentro, cu&aacute;les son los temas que a m&iacute; me interesan y me motivan&rdquo;. Con equipos y elencos cada vez m&aacute;s globales, lo que s&iacute; sabe es que busca una cuota de novedad en cada proyecto: &ldquo;Me gusta que las pel&iacute;culas tengan un grado de exploraci&oacute;n, de &lsquo;primera pel&iacute;cula&rsquo;. Me dan muchas ganas de trabajar en M&eacute;xico, ac&aacute; en Chile, en Espa&ntilde;a o en Estados Unidos. En 2023 estoy abierto a nuevos proyectos. Espero seguir en esta buena senda que ha sido este a&ntilde;o&rdquo;, concluye.&nbsp;

<h2>Elisita Punto, artista.</h2>

&ldquo;Hay una cosa muy bonita que me pas&oacute; este a&ntilde;o que me gustar&iacute;a recalcar&rdquo;, dice entusiasmada la artista <a href="https://www.instagram.com/elisitapunto/">Elisita Punto</a>. &ldquo;Particip&eacute; en un coro&rdquo;, anuncia, y resulta curioso que, de la extensa y sorprendente lista de proyectos que desarroll&oacute; en 2022, el canto grupal con vecinos de Valdivia -donde vive permanentemente- sea la experiencia que con m&aacute;s &iacute;mpetu rememora. Su vida se compone por &aacute;reas muy diferentes que, con atenci&oacute;n y creatividad, va articulando y entrelazando. En su faceta muralista, por ejemplo, este a&ntilde;o concret&oacute; uno de sus trabajos m&aacute;s importantes hasta ahora: un estacionamiento con lugar para 470 bicicletas que tard&oacute; tres semanas en acabar. &ldquo;Me gusta cuando son espacios muy grandes, que uno logra meterse casi en la arquitectura a trav&eacute;s de la pintura&rdquo;, se&ntilde;ala. &ldquo;Transformar un espacio que estaba en blanco, muerto, darle vida y dinamismo, es muy especial&rdquo;. Por improbable que parezca, durante 2022 Punto tambi&eacute;n vivi&oacute; cuatro meses en una isla nativa del r&iacute;o valdiviano, realizando una residencia a trav&eacute;s de su <a href="https://www.instagram.com/estudiodecampo/">fundaci&oacute;n Estudio de Campo,</a> creada junto a Dominga del Campo. &ldquo;Vino mucha gente; hicimos conciertos, programas, recuperaci&oacute;n de oficios&rdquo;, relata. &ldquo;Fue repensar muchas cosas sobre nuestros h&aacute;bitos humanos, qu&eacute; se necesita y qu&eacute; no, rastro cero, habitar en la oscuridad, sin electricidad, pero en un lugar paradis&iacute;aco&rdquo;, relata. Para el toque final, su banda <a href="https://www.instagram.com/mkrnis/">MKRNI</a> -la cual se encontraba en pausa desde 2018- volvi&oacute; a los escenarios tras ser invitada a tocar en el debut del festival Primavera Sound en Chile.&nbsp;
&ldquo;Creo que es primer momento que me paro a mirar atr&aacute;s&rdquo;, dice riendo. &ldquo;Ha sido superintenso&rdquo;. Mientras declara su intenci&oacute;n de retomar la m&uacute;sica y profundizar la labor de su fundaci&oacute;n, Punto no deja de recomendar el canto coral. &ldquo;La experiencia de cantar en grupo es demasiado bac&aacute;n. Algo pasa a nivel qu&iacute;mico con el cuerpo. Quedas con una sonrisa despu&eacute;s de hacerlo&hellip; es muy sanador para el alma&rdquo;, asegura.

<h2>Andr&eacute;s Herrera, orfebre.&nbsp;&nbsp;</h2>

<a href="https://www.instagram.com/andresherrerav/">Andr&eacute;s Herrera</a> (38) -artista visual de la Universidad Cat&oacute;lica- es un apasionado por la historia del arte y la arqueolog&iacute;a. Se autodefine como una persona inquieta, con sed de aprender, lo que lo ha llevado a explorar distintos rubros -fotograf&iacute;a, ilustraci&oacute;n, pintura, entre otros- que marcan distintas etapas en su vida. Desde hace m&aacute;s de dos a&ntilde;os se deja seducir por la joyer&iacute;a. Un saber que le sembr&oacute; su madre y que hoy es una de sus mayores pasiones. A trav&eacute;s de materiales como plata, cobre, bronce, cer&aacute;mica, vidrio, entre otros, busca versatilidad para elaborar collares, aros, medallas, tocados y pulseras, que mediante su manufactura se transforman en tesoros. Afirma que en el momento de bosquejar un dise&ntilde;o siempre aparecen caras. Tiene una fascinaci&oacute;n por el retrato y lo entrelaza con su gusto por la antig&uuml;edad mediterr&aacute;nea, una est&eacute;tica que forma parte de su imaginario creativo. &ldquo;Es parte de esa lava imaginativa que tengo en mi cabeza, de la cual van saliendo estas im&aacute;genes que plasmo&rdquo;. Este a&ntilde;o se dio cuenta de que est&aacute; haciendo algo que ama y que va por buen camino. No es una persona de metas, sin embargo afirma que para el 2023 busca seguir con esa libertad que tiene para hacer las cosas que le gustan y le hacen feliz. Se est&aacute; introduciendo en el arte de fabricar t&iacute;teres, busca retomar la pintura, seguir con la joyer&iacute;a e investigar nuevos rubros que pueda conectar con sus distintas pasiones, como siempre lo ha hecho.
&nbsp;

<h2>Natalia Berbelagua, escritora y guionista.</h2>

&ldquo;Siempre he sido una escritora de esas que van con la espada en la mano, como Juana de Arco&rdquo;, bromea <a href="https://www.instagram.com/natberbelagua/">Natalia Berbelagua</a> a horas de haber dejado en imprenta el texto que se convertir&aacute; en su pr&oacute;xima novela. &ldquo;Yo siempre he seguido mi impulso, independiente de c&oacute;mo sean los resultados&rdquo;. Orgullosa residente de Valpara&iacute;so, desde 2019 ha publicado dos libros en prosa y tres novelas, siendo la &uacute;ltima, F&iacute;bula, terminada en pandemia. Pero esta autora y guionista no se detiene. Por si fuera poco, el 2023 ya se alista con un nuevo t&iacute;tulo, La comunidad del azote, novela basada en un cuento del mismo nombre que form&oacute; parte, hace 11 a&ntilde;os, de su controversial &oacute;pera prima Valporno. &ldquo;A veces hay que ser un poco m&aacute;s humilde con las historias y darte cuenta que tocaste algo que se niega a morir&rdquo;, explica sobre el proceso de retomar el relato tanto tiempo despu&eacute;s de su publicaci&oacute;n original. &ldquo;Con Valporno me pas&oacute; much&iacute;simo; mientras m&aacute;s trataba de olvidarlo, m&aacute;s cosas pasaban: se lo robaban, asaltaban librer&iacute;as, me escrib&iacute;an sadomasoquistas en Italia&hellip; Sigue generando revuelo, y eso es porque creemos que las cosas han cambiado demasiado pero, en verdad, no han cambiado tanto&rdquo;.&nbsp;
Con una pluma que ella misma describe como &ldquo;muy visual&rdquo;, no es sorpresa entonces que Berbelagua tambi&eacute;n se dedique a las artes pl&aacute;sticas y se prepare para la primera exposici&oacute;n de sus trabajos el pr&oacute;ximo a&ntilde;o. &ldquo;He aprendido mucho de escritura haciendo collage: trabajar con im&aacute;genes que ya existen, mezclarlas con otras, darles un nuevo sentido&rdquo;, se&ntilde;ala. Mientras incursiona una vez m&aacute;s en el medio audiovisual -con una serie y proyecto documental en proceso-, en 2023 espera impulsar a&uacute;n m&aacute;s el trabajo de su editorial y laboratorio creativo, <a href="https://www.instagram.com/aguarosalab/">Agua Rosa.</a> &ldquo;He estado creando con manos miedo, me siento conectada con una energ&iacute;a del hacer. Como que toda esta pega silenciosa est&aacute; dando frutos y puedo al fin valorar mi proceso&rdquo;, dice, y concluye: &ldquo;Como que vali&oacute; la pena&rdquo;.

Todos los retratos por Carlos Saavedra (@carlos.saav).&nbsp;
Agradecimientos al Centro Cultural La Moneda.

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